Carmen Salazar, concejala de Igualdad, asistía el pasado jueves al fallo del jurado del IV Premio Literario Himilce de poesía escrita por mujeres. En su intervención mostró su agradecimiento “a quienes una vez más han aceptado formar parte del jurado de esta cuarta edición del Premio Literario “HIMILCE” de poesía escrita por mujeres compuesto por D. Eduardo Mendicutti, como presidente y D. José Cabrera Martos, Dª. Alana Gómez Grey, Dª. Maria Rosal Nadales como vocales y Dª. Filomena Garrido Curiel quien, como secretaria del jurado, fue la encargada de comunicar que el premio quedaba desierto.
Este Premio Literario, cuya andadura se inició hace cuatro años, con la colaboración del Área de Cultura de la Diputación de Jaén, surge ante la necesidad de visibilizar y poner en valor el trabajo cultural y literario de miles de mujeres, de todas aquellas que todavía hoy necesitan el amparo y la promoción de instituciones públicas como el Ayuntamiento de Baeza, que a través de su Plan Estratégico de Igualdad, actualmente en vigor, pretende favorecer el desarrollo creativo, artístico y cultural de las mujeres en general, y de las mujeres artistas en particular.
Salazar destacaba que a esta cuarta edición de los premios de poesía HIMILCE, se han presentado 68 obras, procedentes de todo el ámbito del estado español, y de otros países de Europa e Iberoamérica, confirmándose un nivel de participación muy similar al de las ediciones anteriores. “Esta Concejalía agradece profundamente el trabajo desarrollado por todas las autoras, y las anima a seguir configurando, relatando y escribiendo el pasado, el presente y el futuro de las mujeres”, exponía la concejala de Igualdad.
Eduardo Mendicutti, presidente del jurado, explicaba que las razones que han llevado a declarar desierto este premio eran precisamente para seguir manteniendo la calidad del certamen. “Nosotros intentamos colaborar con todos para que el resultado del premio esté a la altura del esfuerzo, de la voluntad y de lo que hace Baeza para visibilizar a las mujeres”, explicaba Mendicutti que continuaba afirmando que “un fallo desierto tiene que servir para animar a todas las personas y cuidar la participación. Las obras presentadas tenían poemas muy buenos pero un libro no es una agrupación de poemas de aquí y de allí, por eso finalmente hemos decidido dejarlo desierto”.